Hoy en día existen una infinidad de herramientas tecnológicas que proporcionan seguridad y que los usuarios desconocen completamente. Tal es el caso del servidor proxy, un equipo que en la actualidad permite que las personas puedan navegar por Internet de forma adecuada y sin riesgos. Si quieres conocer más detalles de lo que es, como funciona y cuáles son los tipos de proxys que existen, continúa leyendo. En las próximas líneas encontrarás cada elemento importante de dicha herramienta.
¿Qué es un proxy y cómo funciona?
Es posible que en algún lugar hayas escuchado hablar de los proxys, pero no tengas la más mínima idea de qué se trata esta tecnología. Básicamente, un servidor proxy es un elemento tecnológico que se utiliza como puente entre una PC y la conexión a Internet que se le establece a dicho producto.
Generalmente, el proxy es un dispositivo que funciona de intermediario para que los usuarios se puedan conectar a la red de Internet de manera indirecta. Es decir, el funcionamiento del proxy es que todas las búsquedas que la persona realice en el navegador, primero pasen por este, y luego permitan la conexión a internet en la computadora a través de este.
De esta manera, no habrá ningún tipo de comunicación entre la PC y el navegador de Internet de forma directa. Entre las principales funciones que podemos destacar del servidor proxy, tenemos las siguientes:
- Una de las principales cualidades de proxy es que les permite a los usuarios que tienen el servicio, controlar el acceso a ciertos sitios. Para entenderlo mejor, se puede decir que, si en una empresa se instala el proxy, el propietario puede denegar el ingreso de los trabajadores a ciertas plataformas.
- También se tiene la accesibilidad de activar filtros de contenidos, es decir, se pueden restringir sitios web y categorías específicas.
- El sistema proxy también busca mejorar la navegación de los usuarios. Por ello, guarda una memoria caché de las webs que se han visitado. De modo tal, que cuando la persona desee ingresar nuevamente la página no tendrá que conectarse a Internet.
Estas son solo las funciones básicas de un servidor proxy. Lo mejor de todo, es que tiene la capacidad de permitir una navegación limpia y segura dentro de los sitios webs.
¿Para qué sirve el sistema proxy?
Tradicionalmente, los usuarios en ocasiones desean tener un servidor proxy para poder acceder a plataformas que poseen acceso restringido o contenido bloqueado en un país determinado. Es por ello, que este sistema se suele confundir con facilidad con una aplicación VPN.
Por su parte, el Proxy tiene la capacidad de ofrecer a los usuarios el bloqueo de las cookies y de cualquier otro elemento que se suele alojar en las webs que se visitan. Todo, con el objetivo de proteger y resguardar la identidad de la persona, manteniéndola siempre en anonimato.
No obstante, debes tener presente que la capacidad del proxy es ocultar la IP de la PC. En caso de que la computadora disponga de cualquier otro identificador, este pudiera dejar ver dicha dirección con facilidad y si otra persona accede a la red, podría detectar el tráfico que se ha tenido. En estos casos, los especialistas en estos temas, recomiendan que se refuerce la seguridad con la instalación de una VPN.
Tipos de servidores proxy que puedes encontrar
Si creías que ya no había más información de los servidores proxy, la verdad es que aún queda una gran cantidad de contenido que debes conocer sobre esta herramienta. A continuación, te hablaremos sobre los diversos tipos de proxy que puedes tener a disposición, tales como son:
Servidor proxy web
Este es el tipo de proxy más utilizado por las personas, ya que se puede tener con toda facilidad a través de la página web del servidor. Una vez que se encuentra instalado, la misma web actúa como proxy en formatos “HTTP y HTTPS”, actuando inmediatamente como intermediario al querer ingresar a otros navegadores de Internet.
Servidor proxy caché
En este caso, el proxy funciona como intermediario entre la red y el Internet, para registrar previamente el contenido. Como se mencionó anteriormente, una vez que se ingresa al sitio web el caché almacena la información en el servidor, y al querer ingresar por segunda vez, no necesitas de Internet para poder hacerlo.
Servidor proxy inverso
La utilidad de este servicio es poder garantizarle seguridad al servidor principal. Esto sucede porque el servidor aprueba todo el tráfico y lo envía a un recurso mucho más específico, mientras restringe el ingreso a rutas que se han definido. Cabe destacar que, la función más importante de este proxy es evitar cualquier tipo de ataque cibernético.
Servidor proxy transparente
Con este proxy la utilidad es muy sencilla, basta con tenerlo y funcionará de manera inmediata sin que se lleve a cabo ningún tipo de configuración. Aunque lo dudes, actúa de manera eficaz como intermediario entre la PC y el tipo de conexión a Internet que se esté utilizado.
Servidor proxy NAT
Si quieres una protección mucho más amplia de la que pueden ofrecer los proxys antes descritos, debes contar con el servidor NAT. Este tiene la capacidad de ocultar la identidad de los usuarios encubriendo la dirección IP, así como otra gran cantidad de configuraciones que trabajan en beneficio de los usuarios.
Todo esto, te permitirá tener una navegación segura y en anonimato. Además de ello, podrás estar al tanto de cualquier amenaza o eventualidad que puedas recibir. Incluso podrás ingresar a plataformas web en donde el acceso es restringido por múltiples razones. En otras palabras, el servidor proxy borrará tu huella digital mientras navegas por Internet.
Asimismo, es importante que tengas en cuenta que hoy en día puedes encontrar servidores proxy completamente gratuitos, como otros a los que debes realizar un tipo de pago. En este punto, lo más recomendable es que utilices uno de pago. Ya que los de uso gratuito por lo general no poseen todas las configuraciones necesarias para que cuentes con la seguridad que se amerita.
Además, los proxy gratuitos al tener alta demanda pueden ser utilizados como espacios para los ciberdelincuentes, como el robo de datos, la presencia de virus, direcciones IP compartidas, malwares, ausencia de conexiones cifradas, entre muchos otros factores que te colocarían en total riesgo.
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